LEY DE ARMAS
La
presente monografía tiene por objeto investigar si la tenencia de armas por
parte de la población civil constituye o no una medida eficaz para la prevención
del delito o, si en su defecto, intensifica
el problema de
inseguridad que pareciera afectar
a la población de nuestro país en los últimos tiempos.
Con
este propósito, se analizará la incidencia de diversos factores en los índices
de la delincuencia y su efecto en la percepción de inseguridad de la
ciudadanía. Se intentará mostrar cómo este fenómeno ha provocado deliberaciones
acerca de si debe o no flexibilizar el acceso de la población civil a las armas
de fuego; y cómo una eventual liberalización del régimen jurídico relativo a la
tenencia de armas dentro de la sociedad boliviana intensificaría una tendencia
antiestatal.
Asimismo,
se intentará precisar
el rol que
les corresponde a los organismos
del Estado y se evaluará el papel que le corresponde asumir a la comunidad para
enfrentar el problema
de la delincuencia
a través de diversas formas de organización local,
vecinal o comunal.
Se
abordará primeramente la evolución institucional del Estado de Bolivia y la
relevancia de un poder político concentrado en el proceso de formación de la
identidad boliviana y su influencia en la legislación penal especial sobre armas. Se analizará luego la evolución
económica, en conjunto con la distribución del ingreso, la pobreza, la desigualdad
social y económica existente dentro de esta misma sociedad, las que han
generado la exclusión de ciertos sectores
de la población
con un consiguiente
sentimiento de marginación,
frustración y un clima de violencia social e inseguridad en la población[1].
Se
analizarán las medidas adoptadas
por la autoridad para responder, por una parte, a la intranquilidad de la población frente al aumento de la criminalidad, y por
otra parte, para
fiscalizar el uso de
armas de
fuego, creando organismos contralores a través de la recientemente promulgada Ley de Armas Nº 400
sobre Control de
Armas. Se expondrán las
diferentes posturas surgidas a raíz del debate previo a la promulgación
de esta ley.
Y,
finalmente, nuestras conclusiones, sosteniendo que frente al aumento creciente
y violento de la delincuencia, no es conveniente que la población civil acceda
a la tenencia de armas como método de prevención del delito y de protección
de la tranquilidad
ciudadana sino que
debe adoptarse un enfoque global a esta problemática.
En
concordancia con esta tendencia a nivel
mundial, se ha modificado recientemente
la Ley de
Control de Armas,
con el objeto
de establecer mayores exigencias
para inscribir un arma, prohibiendo el porte de la misma y otras
modificaciones.
Se
inició así un debate en la opinión pública sobre la conveniencia o no de permitir
a los particulares
tener más fácil
acceso a la
inscripción y tenencia de armas
en sus casas para repeler a la delincuencia de que son víctimas. Y en relación
a este tema surgieron diversas posturas.
Queremos exponer,
en forma tentativa,
la interrogante de si es
conveniente o no que la población civil mantenga en su poder un número
determinado de armas para su defensa personal contra la delincuencia. En el
fondo buscamos contraponer diversas posiciones que existen en el ámbito de la
discusión y de
esa manera llegar a una
conclusión que apoye
o modifique la hipótesis de nuestro trabajo de investigación que
sostiene que no encontramos conveniente la posesión y tenencia de armas de
fuego por parte de la población civil.
Se
les puede definir como todo objeto mecánico creado para lanzar proyectiles al espacio
mediante la fuerza de expansión de los gases de la pólvora.
De
todas las armas conocidas, esta memoria se concentra en las armas de fuego,
especialmente revólveres y pistolas, descartándose las armas deportivas y de caza, además de las
automáticas y semiautomáticas, las que están prohibidas para la población civil[2].
Si
bien es un concepto difícil de definir ya que abarca gran cantidad de aspectos,
podemos, a modo general, decir que es la percepción personal de un individuo
sobre su situación en la vida, dentro del contexto cultural y
de valores en
que vive y
en relación con
sus objetivos, expectativas,
valores e intereses.
2.1.3.
CAMPAÑA
PARA GENERAR PERCEPCIÓN DE INSEGURIDAD
Todo
el conjunto de actos o conductas provenientes,
directa o indirectamente, de un sujeto
o grupos, realizado con la intención de crear en la conciencia ciudadana
una imagen alterada de
la realidad delictual
y con el
propósito de servir
a objetivos específicos y determinados.
Es
el control o influencia que se ejerce sobre la sociedad desde una posición de
poder. Influjo del poder político sobre la sociedad civil a través del Derecho
positivo.
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